sábado, 16 de febrero de 2013

El Índice de Masa Corporal no es tan fidedigno para evaluar el peso

Hasta un 29% de las personas que son delgadas según su índice de masa corporal (IMC), tendrían en verdad sobrepeso si se atendiera a su cantidad de grasa, según un estudio con 6.000 personas que ha hecho la Universidad de Navarra.
El trabajo es un último aviso para que la medición de un problema de salud público tan grave como la obesidad o el sobrepeso (se calcula que alrededor del 40% de los españoles está en alguna de esas categorías) se haga en función de otros parámetros.
El IMC tiene una ventaja: se calcula de manera muy fácil. Basta con dividir el peso en kilos entre el cuadrado de la altura en metros. O, para hacerlo fácil, se puede dividir el peso entre la altura, y el resultado dividirlo otra vez entre la altura. Por ejemplo, para una persona de 70 kilogramos y 1,70 metros, su IMC es 24,2: normal.
Los resultados de este índice son fáciles de comparar. Si es menos de 15 se tiene infrapeso; entre 15 y 18,50, delgadez; entre 18,5 y 25, se está normal; de 25 a 30 se tiene sobrepeso, y, a partir de ahí se está obeso.
Pero, como han visto los investigadores, esto no es así. “Comprobamos que el método del IMC ofrece una altísima tasa de error en el diagnóstico de personas obesas”, advierte Javier Gómez Ambrosi, investigador del Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica, grupo liderado por la doctora Gema Frühbeck, directora del Laboratorio y presidenta de la Sociedad Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO).
Otro ejemplo: el 80% de los que entran en la categoría del sobrepeso estarían en verdad obesos.

lunes, 11 de febrero de 2013

Las lesiones en caderas y en rodillas son las complicaciones más frecuentes al comenzar a hacer ejercicio


A principios de año muchas personas se apuntan a gimnasios o empiezan a hacer ejercicio con el objetivo de eliminar esos kilos que han ganado durante la Navidad. No obstante, el comienzo de estas actividades físicas puede conllevar una serie de riesgos, especialmente en las caderas y en las rodillas, si no se hace de una manera adecuada.
Así lo ha explicado Rodrigo Abad, de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), quien ha advertido de que las principales lesiones que se producen cuando se comienza a hacer ejercicio, tras un periodo largo de sedentarismo, se dan en las articulaciones y en los músculos.
Estas molestias suelen producirse en personas mayores con sobrepeso o que padecen obesidad aunque, según ha asegurado Abad, los jóvenes tampoco están exentos de padecer este tipo de lesiones.
Por ello, este experto ha destacado la necesidad de que aquellos que no están acostumbrados a realizar actividad física acudan a su médico de atención primaria para que le realice una toma de presión arterial, una analítica generalizada y, en el caso de que el facultativo lo crea necesario, un electro.
Asimismo, ha subrayado la importancia de que el programa se vaya realizando de manera paulatina, con una frecuencia cardiaca máxima del 40 al 60%, y ha aconsejado el uso de un calzado adecuado y ropa cómoda.

martes, 5 de febrero de 2013

El consumo de huevo no es tan malo como se cree...

Si bien el colesterol procedente de la alimentación apenas influye levemente sobre las concentraciones de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL) en plasma, se recomienda seguir una dieta baja en colesterol como medio para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Los huevos son una de las principales fuentes de colesterol de la dieta. No obstante, aunque ciertas recomendaciones de carácter nutricional sugieren limitar el consumo de huevo, las directrices alimentarias de varios países indican que el consumo de un huevo al día contribuye a una dieta sana. En este metanálisis se investigan las posibles asociaciones dosis-respuesta entre el consumo de huevos y el riesgo cardiovascular y cerebrovascular.

En él se incluyeron un total de ocho artículos en los que se examinaban las asociaciones entre el consumo de huevos y el riesgo de cardiopatía coronaria o accidente cerebrovascular.
Los autores no hallaron ninguna asociación curvilínea significativa entre el consumo de huevos y el riesgo de cardiopatía coronaria o accidente cerebrovascular.
En el caso de la cardiopatía coronaria, el riesgo relativo (RR) resumido fue de 0,99 para un consumo aumentado de un huevo al día.
Para el accidente cerebrovascular, el RR fue de 0,91 para un consumo aumentado de un huevo al día.
En la subpoblación diabética de participantes en el estudio, los resultados sugirieron un aumento significativo del riesgo de cardiopatía coronaria asociado al consumo de huevos. Al comparar los consumos máximo y mínimo de huevos, el RR asociado al consumo máximo fue de 1,54 (p=0,01). Sin embargo, se produjo una reducción significativa del 25% del riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico.
Conclusión
«Un consumo más elevado de huevos (hasta uno al día) no se asoció a un mayor riesgo de cardiopatía coronaria o accidente cerebrovascular. El incremento del riesgo de cardiopatías coronarias entre los pacientes diabéticos y la disminución del riesgo de accidente cerebrovascular asociados a un mayor consumo de huevos en los análisis de subgrupos justifica la realización de nuevos estudios».
Rong Y, Chen L, Zhu T, et al. Egg consumption and risk of coronary heart disease and stroke: dose-response meta-analysis of prospective cohort studies. BMJ. 2013;doi:10.1136/bmj.e8539.

Para dejar peso hay que dormir más y mejor


Quitarle horas al sueño reduce los beneficios de seguir una dieta, según un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine. Sus responsables, un equipo de la Universidad de Chicago (EE.UU.) analizaron a diez voluntarios con sobrepeso que seguían una dieta. Los individuos que dormían de forma adecuada, una media de ocho horas y media, perdían más de la mitad de grasa. Sin embargo, los que dormían menos sólo lograban bajar una cuarta parte de grasas.
Los científicos, dirigidos por Plamen Penev, descubrieron también que los voluntarios que redujeron las horas de sueño produjeron mayores niveles de grelina. Esta hormona estimula el apetito, reduce el gasto de energía, promueve la retención de grasa y aumenta la producción de glucosa. Por su parte, los voluntarios que durmieron lo suficiente no registraron cambios en sus niveles de grelina.
Según Penev, los resultados en las personas que durmieron poco podrían ser incluso peores, ya que durante el estudio todos los voluntarios estuvieron controlados de forma estricta y no se les permitió ingerir calorías extra.

Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...