domingo, 15 de febrero de 2015

Dietas ricas en calcio ayudan a disminuir la obesidad

El calcio que contienen muchos alimentos de la dieta, dificulta la acumulación de grasas de reserva en el organismo, algo que ayuda a conseguir un peso corporal saludable a individuos de todas las edades y puede ser un importante aliado contra los problemas de sobrepeso y obesidad, según la profesora de investigación del CSIC, Manuela Juárez.
En este sentido, concreta la experta, la disminución de calcio dentro de las células puede estimular la lipólisis (proceso de quema grasas) e inhibir la lipogénesis (generación de reservas de grasa), dificultando así la acumulación de grasas.
Además, está comprobado que una elevada ingesta de calcio disminuye las concentraciones de la hormona paratiroidea en el organismo. Esta hormona es responsable, junto con la vitamina D activa, de la tarea de reducir la entrada de calcio al interior de las células, explica la especialista.
Por otro lado, indica que un alto consumo de proteínas lácteas reduce la ingesta de alimentos por generar, en el organismo, un aumento de la saciedad. Las dietas con alto contenido en calcio han evidenciado una mayor excreción de grasa, señala esta experta.
Finalmente, la experta ha resaltado que los niños que consumen una mayor cantidad de calcio presentan un menor índice de masa corporal (IMC), lo que podría disminuir su riesgo de obesidad en la adolescencia y en la etapa adulta. Tres porciones de productos lácteos al día, como parte de una dieta equilibrada, pueden ayudar a conseguir un peso corporal saludable en la infancia y en la adolescencia, recalca.
En definitiva, las dietas ricas en calcio ayudan a dificultar la acumulación de grasas de reserva, y no sólo en el metabolismo del hueso y el músculo.

lunes, 2 de febrero de 2015

El azúcar, más peligroso que la sal

La sal añadida en los alimentos procesados se considera con frecuencia la principal culpable responsable de la hipertensión y de las enfermedades cardiovasculares. No obstante, de acuerdo con un análisis publicado por investigadores estadounidenses en “Open Heart”, los azúcares añadidos parecen desempeñar un papel más importante en la salud de las personas.
Los investigadores del Saint Luke's Mid America Heart Institute (Kansas City) y del Albert Einstein College of Medicine (Nueva York) analizaron los estudios publicados hasta la fecha sobre este tema y llegaron a la conclusión de que los azúcares añadidos desempeñan un papel más importante en estas enfermedades que la sal.
Según los autores, la reducción media en la tensión arterial que se consigue mediante la disminución del consumo de sal solo se considera relativamente pequeña. Por otro lado, un consumo de azúcar más reducido tuvo un mayor efecto. La ciencia básica, así como los estudios de población y los ensayos clínicos, indican que el monosacárido fructosa es crucial en el desarrollo de la hipertensión. Es más, el riesgo global de padecer enfermedades cardiovasculares también está relacionado con el consumo de azúcar.
Una persona cuyo consumo de azúcares añadidos llegue a un cuarto de su consumo diario de calorías tiene un riesgo tres veces mayor de desarrollar enfermedades cardiovasculares que una persona que consuma menos de un diez por ciento. Además, un consumo diario de 74 gramos de fructosa se asocia a un incremento del 30 % en el riesgo de presentar una tensión arterial por encima de 140/90 mm Hg y del 77 % de riesgo en niveles por encima de 160/110 mm Hg.
Los autores concluyeron que sería sensato reducir el consumo de azúcar disminuyendo la cantidad de azúcares añadidos de los alimentos procesados.
En definitiva, los azúcares refinados añadidos a los preparados industriales son más peligrosos incluso que la ingesta excesiva de sal, produciendo hipertensión y problemas cardiovasculares a largo plazo.

Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...