viernes, 26 de febrero de 2016

El resveratrol del vino y otros alimentos reduce la probabilidad de Alzheimer

Un ensayo clínico a nivel nacional que estudió altas dosis de resveratrol a largo plazo en las personas con enfermedad de Alzheimer de leve a moderada encontró que un biomarcador que disminuye cuando avanza la patología se estabilizó en las personas que tomaron la forma purificada de resveratrol. El resveratrol es un compuesto natural que se encuentra en alimentos como las uvas rojas, las frambuesas, el chocolate negro y algunos vinos tintos.
Los resultados, publicados en la revista "Neurology", "son muy interesantes", dice el investigador principal del estudio, R. Scott Turner, director del Programa de Trastornos de la Memoria en la Georgetown University, en Washington, Estados Unidos. Sin embargo, advierte que los resultados no se pueden utilizar para recomendar el resveratrol, ya que se trata de un único estudio pequeño, con resultados que requieren de mayor investigación para interpretarlos adecuadamente.
El ensayo clínico con resveratrol fue en fase II, controlado con placebo, aleatorizado y doble ciego en pacientes con demencia de leve a moderada por enfermedad de Alzheimer. El estudio incluyó a 119 participantes y la dosis más alta de resveratrol probada fue un gramo por vía oral dos veces al día, el equivalente a la cantidad que se encuentra en aproximadamente mil botellas de vino tinto.
Uno de los pacientes participantes en este ensayo, John Bozza, de 80 años, fue diagnosticado con deterioro cognitivo leve y sólo un año después, su estado avanzó a Alzheimer leve. Su esposa, Diana, cuya hermana gemela murió de la misma enfermedad, dice que hay varias razones por las que ella y John decidieron participar en el estudio con resveratrol y ahora saben que fue asignado a tomar el fármaco activo.
Los pacientes, como John, que fueron tratados con dosis crecientes de resveratrol durante 12 meses, mostraron poco o ningún cambio en los niveles de amiloide-beta40 (Abeta40) en la sangre y el líquido cefalorraquídeo. En contraste, los que tomaron un placebo registraron una disminución en los niveles de Abeta40 en comparación con sus niveles en el inicio del estudio.
"Se vio una disminución en Abeta40 a medida que la demencia empeora y la enfermedad de Alzheimer progresa; aún así, no se puede concluir de este estudio que los efectos del tratamiento de resveratrol son beneficiosos", explica Turner. "Parece que el resveratrol fue capaz de penetrar la barrera sanguínea del cerebro, lo que es una observación importante. El resveratrol se midió en la sangre y el líquido cefalorraquídeo", detalla.
Los investigadores estudiaron el resveratrol, ya que activa las proteínas llamadas sirtuinas, las mismas proteínas activadas por la restricción calórica. El mayor factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer es el envejecimiento y los estudios con animales han detectado que la mayoría de las enfermedades relacionadas con la edad --incluyendo el Alzheimer-- pueden prevenirse o retrasarse por la restricción calórica a largo plazo (consumir dos tercios de la ingesta calórica normal).
Turner dice el estudio también encontró que el resveratrol fue seguro y bien tolerado, siendo los efectos secundarios más comunes experimentados por los participantes gastrointestinales, como náuseas y diarrea. Además, los pacientes que tomaron resveratrol experimentaron pérdida de peso, mientras que los tratados con placebo aumentaron en peso.
Un resultado en particular fue de confusión, señala Turner. Los investigadores obtuvieron imágenes por resonancia magnética del cerebro de los participantes antes y después del estudio y vieron que los participantes tratados con resveratrol perdieron más volumen cerebral que en el grupo al que se le suministró un placebo.
"No estamos seguros de cómo interpretar este hallazgo. Una disminución similar en el volumen cerebral se detectó en algunos ensayos de inmunoterapia anti-amiloide", añade el investigador. Una hipótesis es que los tratamientos pueden reducir la inflamación (o hinchazón del cerebro) que se encuentra en la enfermedad de Alzheimer.
"Teniendo en cuenta la seguridad y las tendencias positivas hacia la eficacia en este estudio de fase 2, se justifica la realización de una fase 3 para probar si el resveratrol es eficaz para las personas con la enfermedad de Alzheimer o en riesgo de la enfermedad de Alzheimer", afirma este investigador.

El licopeno de los tomates reduce el riesgo de ictus

El licopeno presente en el tomate tiene propiedades vasodilatadoras que protegen de la hipertensión arterial, de la formación de coágulos y reduce la producción de colesterol.
El licopeno es un carotenoide con propiedades antioxidantes naturales, que se encuentra presente en el tomate, y que protege las células del estrés oxidativo producido por los radicales libres asociados al desarrollo de la mayor parte de enfermedades cardiovasculares, del cáncer, de la inmunidad, y del envejecimiento prematuro.
A estos beneficios se suma su poder para prevenir el riesgo de infarto cerebral o ictus, según ha demostrado un grupo de científicos de la University of Eastern Finland después de realizar un estudio prospectivo, cuyos resultados se publicaron en la revista "Neurology"', y de los que se ha hecho eco la Fundación Española del Corazón (FEC).
Aunque no se sabe exactamente qué componentes proporcionan esta protección, esta última investigación se señala al licopeno, que es un potente antioxidante que es diez veces más fuerte que la vitamina E. Concretamente, ha demostrado que el licopeno tiene propiedades vasodilatadoras que protegen de la hipertensión arterial, de la formación de coágulos, reduce la producción de colesterol y ciertamente protege del riesgo de ictus.
En estudio hizo un seguimiento de más de 12 años a un total de 1.031 hombres de entre 46 y 65 años. Después de ajustar los datos obtenidos según algunas variables (edad, año de examinación, presión arterial sistólica, tabaquismo, colesterol, etc.) los expertos observaron que el grupo de hombres que poseían altas concentraciones de licopeno (258 hombres) tenían un 59% menos de riesgo de sufrir un ictus isquémico y un 55% menos de riesgo de sufrir cualquier tipo de accidente cerebrovascular, incluidos los hemorrágicos, en comparación de los individuos que se encontraban en el cuartil más bajo de licopeno en sangre (un total de 259 hombres).
Los investigadores también observaron que no hubo ninguna asociación entre la presencia de otros antioxidantes analizados, tales como el alfa-caroteno, el beta-caroteno, el alfa-tocoferol o el retinol, y el riesgo de ictus. De los individuos estudiados, 67 (el 6%) sufrieron un accidente cerebrovascular a lo largo del seguimiento, que en la mitad de los casos (50%) fue de índole isquémico.
En la misma línea, una reciente investigación llevada a cabo por científicos de la University of Cambridge y publicada en la revista "PLoS ONE' confirmaba que la toma de 7 miligramos de licopeno al día mejora la función endotelial en pacientes con enfermedad cardiovascular.
Según este último estudio, en pacientes sanos los resultados no son concluyentes, sin embargo, en aquellos pacientes que tienen enfermedad coronaria y ya alterada la función endotelial, se observó una mejora del 53% en la vasodilatación dependiente del endotelio, con lo que se demuestra su beneficio adicional en la prevención secundaria.
Es imposible pensar en la dieta mediterránea sin pensar en el tomate, como recuerdan desde la FEC, este alimento es indispensable gracias a su versatilidad que le hace estar presente en una amplia variedad de platos de nuestra gastronomía (gazpacho, ensaladas, mermeladas, salsas, etc.).
Llevar una buena alimentación es una de las mejores formas de proteger nuestra salud. Para ello desde la FEC se recomienda, en línea con las guías de dietética y nutrición, consumir cinco piezas de fruta y verdura al día y que, dentro de éstas, se consuman entre 3 y 7 miligramos de licopeno al día, lo que equivaldría a siete comidas semanales ricas en productos derivados del tomate.
Aun así, no solo encontramos licopeno en el tomate, sino que también está presente en otras frutas y verduras rojas como el pimiento rojo, las fresas, la sandía, las cerezas, los arándanos o la papaya.

martes, 16 de febrero de 2016

Consumir más pescado mejora el ánimo y reduce el riesgo de depresión

Un análisis agrupado para Europa, presentado en el «Journal of Epidemiology&Community Health», demuestra que comer mucho pescado puede reducir el riesgo de depresión. Varios estudios ya habían indicado que los factores alimentarios pueden influir sobre el riesgo de depresión. Sin embargo, los hallazgos anteriores no habían sido uniformes.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Qingdao (China) agrupó los datos de 26 estudios relevantes (con un total de 150 278 participantes) publicados entre 2001 y 2014. Analizaron la validez de la asociación entre el consumo de pescado y el riesgo de depresión. Diez fueron estudios de cohortes y el resto fueron estudios transversales. En diez de ellos participaron personas de Europa, en siete, de América del Norte y, en el resto, de Asia, Oceanía y América del Sur. El análisis mostró que las personas que comían más pescado presentaban un 17 % menos de riesgo de depresión que las personas que comían menos cantidad. Esto se halló tanto en los estudios de cohortes como en los transversales, pero únicamente para los europeos. Había una relación más sólida entre el consumo de pescado elevado y la mitigación del riesgo en los hombres (20 %) en comparación con las mujeres (16 %). Los autores del estudio explican que, puesto que se trataba de un estudio observacional, no puede llegarse a ninguna conclusión en relación con las causas y los efectos. Sin embargo, pueden existir causas biológicas plausibles para esta asociación. Los investigadores suponen que el contenido de ácidos grasos Ω 3 del pescado cambia la microestructura de las membranas cerebrales y modifica la actividad de los neurotransmisores dopamina y serotonina. Además, los autores del estudio afirman que la alta calidad de las proteínas, vitaminas y minerales que se encuentran en el pescado pueden contribuir a mantener alejada la depresión.

Tópico a desmontar: el colesterol dietético aumenta el colesterol en sangre

Hace años, se afirmaba la relación entre el consumo de alimentos altos en colesterol y el medido en sangre, alertando sobre sus efectos card...